Sinopsis
Los protagonistas, Sara y Thomas, se ven envueltos en el entramado de una teoría de la conspiración dirigida por los poderes políticos y económicos, que pretenden controlar a los individuos a través de la hipnosis y los mensajes subliminales en libros, videojuegos y música para inducirlos al suicidio. Ambos llevan a cuestas desequilibrios emocionales y, mientras se teje entre ellos una relación inclasificable y poderosa, deciden investigar sobre esta secta cuyo nombre es el de una de las pocas especies animales que prefiere matarse antes que seguir soportando el dolor.
Desde la Italia de los años veinte, pasando por el sur profundo de Estados Unidos en los ochenta, hasta llegar a la época actual en Madrid, Bilbao, un pueblo perdido de la España rural y Nueva York, esta es una historia sobre la angustia existencial, la soledad y la necesidad de creer en algo, sea lo que sea, para encontrar el sentido a la vida.
Comentario
Si hay un tipo de libro que me resulta difícil de digerir es el de los que pudiendo escribirse en 200 páginas, se extienden hasta las 700 u 800, o a veces más. Y creo que Los Escorpiones pertenece a ese tipo.
Muchas veces además tengo la sensación de que las criticas literarias tienden regalar estrellas adicionales en proporción al exceso de páginas de la obra, si no, no me explico frases como «…magistral y monumental…» o «…extraordinaria grandeza literaria…».
Y la verdad es que el libro empieza bien, con una trama interesante de una primera cita interrumpida por un suicidio en extrañas circunstancias que los personajes relacionan con una oscura trama alrededor de una música y unos videojuegos que parecen inducir al suicidio. Pero el desarrollo se extiende infinitamente entre personajes y situaciones que no aportan absolutamente nada y que te hacen perder el interés, esperando que pase o se diga algo interesante que nunca llega. A la altura de la página 514 de 726, y después de muchas páginas donde lo único interesante que ocurre son las vomitonas y las diarreas de la última víctima de los extraños sonidos inductores del suicidio, he abandonado.