Sinopsis
Durante un tiempo, Pola Oloixarac recibió una serie de invitaciones de mujeres que tenían un objetivo castigar a ciertos hombres, con quienes habían mantenido, o no, una relación amorosa. Las denuncias que pesaban sobre ellos eran escalofriantes, y exigen que la narradora tome partido ¿está con la justicia feminista o con los bad hombres? No podía haber término medio. Fascinada y a veces perpleja, Oloixarac se interna en el laberinto de un sistema capaz de tender una nube de sospecha y condena sobre casi cualquier persona, incluida ella misma. A través de personajes cautivantes y por momentos monstruosos, la autora disecciona los mecanismos de la cancelación y de la corrección política, a la vez que nos lleva a explorar las complejidades del sexo y el deseo.
Con su escritura ácida y reflexiva, Pola Oloixarac construye en Bad hombre una novela íntima y apasionada por el poderío femenino, que trae a la luz escenas de Victoria Ocampo y sus amantes, sectas sexuales en California, basiliscos informáticos y la exploración de las fuerzas centrífugas de una nueva configuración del mundo que nos atrae y desconcierta.
Comentario
Atrévete a criticar los excesos del “Me Too” o del “hermana yo te creo” hoy día y te arriesgas a ser presa del ostracismo y marginación en tu grupo de amigos progres, o en tu editorial o en tu empresa, dependiendo de tu entorno social o profesional. Pero como yo soy ateo desde casi siempre, los apóstatas de su religión y los que no se dejan arrastrar por los principios incuestionables y prefieren navegar por costas peligrosas, me caen bien. Como Pola Oloixarac, que sin dejar de ser feminista, nos cuenta casos concretos de excesos de celo feminista que ella ha vivido en su vida personal y profesional.
Pero independientemente de las denuncias que hace Pola, lo mejor de este libro es que Pola es una escritora magnífica, muy divertida, que los casos que describe están contados de forma muy amena, desde un intento de cancelación por “negacionista” sufrido por ella misma a manos de una “colega” hasta otros hilarantes como el de “métemela sin tocarme” o la escuela de masturbadores voluntarios feministas. Todos muy descriptivos de algunos de los personajes con los que nos ha tocado vivir y que podemos ver si no en nuestras mesas u oficinas, seguro que en las redes sociales.
Es un libro muy polémico, y se advierte en los comentarios en goodreads.com:
“…es un ensayo ficcionado defendiendo varones…”
“Me confundí con el libro. Pensaba que era un libro feminista y ha acabado siendo todo lo contrario”
“Hacía mucho que no me reía tanto con un libro tan bien escrito.”
Para mí, Bad Hombre es uno de los libros que más he disfrutado en los últimos meses.
3 respuestas
Jajajaja…Lo leeremos….mientras no sea incel
Pola es mujer. ¿Se puede ser incel siendo mujer? :)))
Incel, o íncel es un acrónimo de la expresión inglesa involuntary celibate, ‘celibato involuntario’). En sus orígenes el termino fue acuñado por una mujer canadiense en 1997 que creó el Proyecto de “Célibe Involuntario” como una fuente de consuelo y apoyo para personas que experimentaban soledad, falta de reconocimiento y apoyo social permitiéndoles un espacio para crear comunidad, expresarse y hablar de ello en virtud de las experiencias compartidas.
No pretendemos brindar desde este espacio definiciones cerradas ni homogéneas respecto de la cultura incel ni de quienes se sienten representados por ella.
Sin embargo, luego de su creación, el ecosistema incel fue manifestándose en comunidades virtuales, integradas en su mayoría por varones, que fueron desarrollando una cultura propia. A través de los foros incels fueron in crescendo en expresiones de misoginia, hostilidad, apología de la violencia hacia las mujeres y personas LGBTIQ+, deshumanizandolas y responsabilizandolas por su falta de interacciones sexo-afectivas, llegando incluso a promover o realizar actos de violencia extrema.