Llegamos en conche desde La Rochelle y la Isla de Ré y como nuestro alojamiento estaba muy céntrico y la zona es casi toda peatonal, nos vamos directos al aparcamiento de la Galerie Des Grands Hommes, (hay que ver qué nombre tan francés) y allí dejamos el coche.
Llegamos bastante tarde casi a medianoche, previo aviso al propietario del apartamento que nos había dado las instrucciones para entrar en el mismo utilizando una cerradura electrónica. Intentamos abrir la cerradura utilizando la clave que nos había dado y no había manera de abrirla. Llamamos al teléfono de contacto sin respuesta. En la puerta había un pequeño cartel con otro número de teléfono de emergencia al que llamamos también sin respuesta. Total que eran las 12:00 de la noche, nosotros estábamos en el centro de Burdeos con dos maletas y sin alojamiento. Grabamos un vídeo para demostrar que efectivamente no había manera de abrir la puerta y nos fuimos arrastrando las maletas a buscar otro alojamiento. Finalmente nos alojamos en un hotel de lujo que había en las proximidades y que era realmente la única alternativa disponible que teníamos dadas las circunstancias. Le enviamos un buen misil al propietario utilizando la mensajería de Booking y pusimos la correspondiente reclamación en Booking.
Estuvimos tres días pateándonos todo el centro de Burdeos y la preciosa ribera del río Garona, llegando hasta el puente de Chaban-Delmas. No os voy a repetir aquí todos los sitios interesantes que ver en Burdeos que los podéis encontrar en cualquier guía pero sí os quiero recomendar un sitio especial que se llama el ecosistema Darwin. Es un lugar junto al río lleno de diferentes espacios gastronómicos, sitios de relax y terrazas, tanto al aire libre como cubiertas, y espacios para artistas, murales, actividades diversas y zonas muy diferentes y divertidas.
Seguro que también lo tenéis en el radar, pero quiero mencionar especialmente la visita a la Cité du Vin de Burdeos. Apuntaros a algunas de las experiencias olfato sensoriales que tienen, que son muy curiosas y después recorred el museo, viendo la información sobre las diferentes zonas de vinos de todo el mundo y el tremendo museo de olores, el primero que veo. Muy completo, original y divertido.
El último día de nuestra estancia en Burdeos, cogimos el coche y nos fuimos a Saint Émilion, una ciudad a unos pocos kilómetros de Burdeos que es uno de los lugares de referencia del vino de Burdeos. Saint Émilion es un pueblo muy bonito que os recomiendo recorrer a pie. Dejad el coche a la entrada, id andando hasta l’Eglise Monolithe, que es una iglesia excavada en piedra del siglo XII muy espectacular. La entrada tiene que ser con guía y no nos dejaron hacer fotos. Los alrededores de Saint Émilion están llenos de chateaux con sus cosechas de vinos, algunos de los cuales admiten visitas y tienen tienda. El paisaje es muy bonito, muy francés, lleno de viñedos sobre suaves y muy cuidadas colinas. Os recomiendo también una parada en Issigeac.
En Francia siempre se come bien, aunque casi siempre al estilo tradicional francés. Pero no nos importó porque era lo que íbamos buscando. Nosotros, además de comer clásicos de la cocina frances como moules y terrines, hicimos dos comidas especiales en La Tupiña y en Influences. El primero es un restaurante gastronomique con cocina tradicional francesa de calidad, aunque creado y regentado por españoles, como ocurre con mucha frecuencia en Francia. El segundo es más vanguardista y nos decidimos por el menú degustación.
¿Te preguntas qué pasó con nuestra reclamación en Booking? Tuvimos algunos intercambios de mensajes con el propietario y con el servicio de Booking. El propietario nos envió un vídeo en el que se veía que se le abria la puerta (pues solo faltaba que a él no se le abriese) e intentó que nos cambiáramos a su apartamento el día siguiente, pero ya estábamos instalados en el hotel y no quisimos cambiarnos. Al cabo de unos días Booking nos devolvió la totalidad del cargo por los 3 días que habíamos reservado en el apartamento. ¡Bien por Booking!