Panamá es un país muy especial. Suficientemente tradicional y respetuoso con el paisaje para que no te encuentres ni un solo gran hotel fuera de Panamá Ciudad. Suficientemente abierta y moderna para que a un europeo le resulte cómodo y seguro viajar por su cuenta recorriendo el país. Nos hemos enamorado de Panamá, hemos pasado ya 8 semanas en 2 viajes en 2023 y 2024, y te lo contamos en cuatro episodios: Panamá Ciudad, Panamá Caribe, Panamá Pacífico y Panamá interior. Como decimos siempre, no esperes aquí una guía turística exhaustiva. Zona Boomer es una guía visual y subjetiva, te contamos lo que vemos y te decimos lo que nos gusta y lo que no.
Panamá Ciudad es lo más parecido que vas a ver a Miami o Dubai en Latinoamérica. Una enorme colección de rascacielos alineados a lo largo de la costa del Pacífico, casi todos con piscina, y muchos con hermosas vistas. Nosotros tuvimos la oportunidad de alojarnos en uno en el barrio del Cangrejo, un barrio de rascacielos pero con una vida local muy divertida, con buenos restaurantes y bares, y en otro en primera línea de la costa, con vistas espectaculares y una fantástica piscina mirando al Pacífico.
Panamá Viejo son los restos de la ciudad destruida por el pirata inglés Henry Morgan en 1671. Es una interesante visita donde también se puede ver un museo con restos y la historia de la ciudad. Entre los rascacielos y la costa del Pacífico está la Avenida Balboa, un bonito paseo marítimo que suele estar lleno de gente paseando, bailando y haciendo deporte, sobre todo en las horas de menos calor. Siguendo el bulevar en direccion al centro histórico (no confundir con Panamá Viejo, que está fuera del casco urbano en dirección contraria) se llega al Mercado de Mariscos, donde puedes comprar barato todo tipo de mariscos y pescados según llegan del barco de pesca. Nosotros compramos langostinos, atunes y sargos fantásticos. También puedes comer los pescados en cualquiera de los restaurantes populares que hay junto al mercado.
Un poco más al sur está el centro histórico o Casco Viejo, una pequeña península ahora rodeada por la Cinta Costera, una autopista construida en el mar para rodear la ciudad. El centro histórico está muy bien cuidado y es un placer pasear por sus calles y parar en alguno de los bares y restaurantes. Algunos de nuestros sitios favoritos son La Finca del Mar, un bar con unos mojitos de escándalo que se encuentra entre dos calles y siempre tiene corriente de aire fresco. Justo al lado tienes una tienda de sombreros llamada El Guayacano Hat donde puedes comprar panamás de cualquier tipo aunque un poco caros. Nosotros compramos en un puesto ambulante que vimos en una carretera y nos salió bastante más económico. También el American Hotel, un bonito hotel de época estupendo para comer o tomar una copa, en el centro del Centro Histórico.
Un poco más al sur hay otra pequeña península llamada Amador que comunica con tres pequeñas islas que hay enfrente a través de un corredor para coches, bicis y peatones de unos 3 Km. que es estupendo para pasearlo, preferentemente al atardecer, con magníficas vistas de la costa, la ciudad y la puesta de sol.
En las afueras de la ciudad se encuentra el Parque Natural Metropolitano, un bonito parque con especies protegidas donde vimos perezosos, ñeques, basiliscos y otra fauna local, y que además tiene unas bonitas vistas de la ciudad. Merece la pena pasar 2 o 3 horas recorriéndolo.
Una de las excursiones desde Panamá Ciudad que recomiendo es para ver el cercano Parque Nacional de Soberanía. Nosotros concertamos una excursión en canoa por el lago Gatún y resultó una experiencia fantástica. Subidos en una canoa de unas 6-8 personas, recorrimos en silencio absoluto el lago viendo el entorno y escuchando solamente el ruido de los animales. Vegetación exótica y diversos tipos de aves, monos, cocodrilos, murciélagos, capibaras, basiliscos etc. En un momento dado al rodear unos manglares nos encontramos de cerca con un monstruoso barco que transportaba más de 5.000 coches y que estaba cruzando el canal de Panamá, ya que el recorrido de los barcos pasa por este lago. El barco circulaba también en completo silencio para no molestar el entorno, y contemplar ese espectáculo de naturaleza y tenología combinados fue bastante impresionante.
El canal de Panamá merece dos visitas diferentes: una para ver las esclusas de Miraflores en el Pacífico, y otra para ver las esclusas de Gatún en el Caribe. Lo ideal para ver las esclusas de Miraflores es que consigas unos tickets para montar en el único barco turístico que cruza las esclusas, cosa que no es fácil porque normalmente hace el recorrido solamente algunos días a la semana y la demanda de tickets es alta. Hay dos posibilidades, hacer el recorrido completo o hacer un recorrido parcial en cuyo caso el barco entra por la esclusa del Pacífico y llega hasta Gamboa, en el lago a mitad de recorrido. Para reservar los tickets: https://www.panamacanaltrips.com
Si no tienes la suerte de conseguir tickets para el barco, siempre puedes ir al mirador de Miraflores y ver las operaciones de las esclusas desde tierra.
Finalmente te recomiendo también que visites la Ciudad del Saber, al lado del Canal. Esto es parte del legado que los EEUU dejaron a Panamá cuando transfirieron el Canal. Es un barrio completamente al estilo de los suburbios de las ciudades de EEUU, con muchos jardines, parques deportivos, viviendas unifamiliares con jardín y edificios de oficinas donde trabajaban los militares y funcionarios de EEUU y que Panamá cedió en parte a diversas organizaciones internacionales y humanitarias como la ONU y la Cruz Roja.
Restaurantes que nos gustaron en Panamá Ciudad:
En La Fonda, cocina tradicional panameña
Fonda Lo Que Hay: cocina moderna fusión
Mahalo Cocina y Jardin: restaurante moderno-tradicional con bonito patio ideal para brunch
Cantina del Tigre: moderno fusión
Maito: moderno-tradicional muy agradable y tranquilo
El Trapiche: restaurante de barrio con cocina tradicional y económica. Hay varias localizaciones
Central Hotel Panamá Casco Viejo: no es que nos alojáramos aquí, pero este hotel de lujo es estupendo para un relax durante la visita al Casco Viejo.