Sinopsis
Hernán Cortés entra en Mehxicoh-Tenoxtitlan con sus nueve capitanes, sus dos traductores –el fraile Aguilar y Malinalli, intérprete y amante–, su tropa y sus caballos. Allí los agasaja con una comida la princesa Atotoxtli, hermana y esposa de Moctezuma, acompañada por los sacerdotes, y más adelante el propio emperador Moctezuma recibirá al caudillo Cortés. Unos no han visto jamás en su vida caballos, los otros nunca hasta ahora han probado el chocolate. Los españoles son bien recibidos en la ciudad, pero uno de los subalternos de Cortés, Jazmín Caldera, no se atreve a decirle que lo preocupante nunca había sido cómo llegar a Tenoxtitlan, sino cómo salir una vez que estuvieran adentro.
El ocho de noviembre de 1519 se produce el encuentro entre Cortés y Moctezuma, a quien nadie puede mirar directamente a la cara si él no le da primero su permiso. Es el encuentro entre dos mundos, dos imperios, dos idiomas, dos cosmovisiones.
Comentario
Interesante libro que novela el encuentro entre la tropa de Cortés y la de Moctezuma, y que afortunadamente no hace concesiones ni a la leyenda negra ni a la leyenda rosa.
Son muy interesantes las reflexiones que hacen los personajes, como las de Caldera al encontrarse en el palacio con un monstruoso sonajero hecho de calaveras y vértebras de guerreros muertos que suenan al moverse con el viento. El libro sugiere que el principal motivo para que Moctezuma abriera las puertas a la tropa de Cortés era su obsesión por los caballos que habían llevado los españoles en sus barcos desde España.
Cuando leo un episodio histórico novelado siempre me queda la duda de qué es historia y qué es suposición, aunque entiendo que esto es inherente al género. Pero en este caso me quedo con la sensación de que el relato se ajusta a los hechos. La descripción del palacio de Moctezuma, la ciudad de Tenochtitlán, los personajes, sus reflexiones y diálogos son interesantes y realistas. El libro es muy ameno y yo lo he leído muy rápido.